Triste y esperanzadora a la vez la historia de Will, un león de circo brasileño que estuvo sus primeros 13 años encerrado en una jaula.
El animal solo salía de su jaula cuando tenía que “actuar” y la única arena que tocó con sus patitas fue la de la carpa donde lo obligaron a trabajar desde que era tan solo un bebé.
La maravillosa reacción que tuvo el animal cuando al fin pudo salir de su jaula es conmovedora y una vez más nos alegramos muchísimo de que tenga un final feliz, ni más ni menos que el que se merece…